Una nueva funcionalidad y manuales de uso, es el patrón artístico y lineal que surge en la pasarela buscando un acuerdo entre cuero, seda y encaje, asimilando una colección poética, donde se deleita con cada detalle y costura; es común ver Spring 2015 en tonos coloridos y cargados de esa influencia cálida que pasa por primavera, pero ahora, volvemos a este encuentro, siempre remitiendo a Givenchy como una firma casi fetichista, que ahonda en los sentidos una fina coquetería, una influencia oscura, un tanto gótica, pero desbordando una sensualidad en cada atuendo que recuerda siempre sus inicios.
Trazos, lazos y ojales, que van unidos intrépidamente formando cruzadas y pliegues, acabados perfectos que forman siluetas únicas, rígidas y una fina desnudez que participa en cada salida; Faldas largas y con transparencias, vuelos amplios, cinturas entalladas y con tejidos que hilan una cadeneta que es constante en las costuras, lineas casi quirúrgicas que participan en la mayoría de abrigos, siendo una percepción armoniosa de las ligaduras, una fiel aliada para la temporada que viene y un momento perfecto para involucrar materiales y formas a un solo atuendo sin perder una linea permanente de estilismo.
Esta colección, casi salida de un estadio de gladiadoras, con faldas y cortes característicos de una época pasada, enmarca reminiscencia en aspectos visuales que formaron una civilización y ahora hacen parte de la inspiración actual enrejadas a una nueva era de vestuario, acudiendo al uso de rigidez y sensualidad para evocar absoluta discreción y sutileza.
Imágenes: Style.com
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