¡Regresa el Tartán!, fue mi expresión al ver el inicio y fin de esta colección que realmente robó mi respiración; su manejo de siluetas, los materiales y combinaciones acudieron a un inevitable éxito que se refieren a una evolución estética que resulta interesante en el diseñador, Colombiano, vanguardista y aliado 100% del feminismo.
Acudiendo a enfocar sus siluetas delicadamente entalladas pero que finalizan con aberturas, pliegues y vuelos determina a una mujer "nómada", algo ataviada y con ropaje de más, que se reinventa y evoluciona conceptos para modernizar su estilo de vida. Tops y abrigos de criket en marfil sobre pantalones pata de elefante y faldas en mini prints, chaquetas en tartán con mangas florales son el principio de la colección, avanza con monocromías en negro y azul petroleo, piezas en seda como vestidos, faldas y tops en tonos neutros para otoño, indudablemente un mix que no pasa desapercibido en la temporada, "básicos de armario".
Para finalizar envuelve la excentricidad de los afelpados con tartán y realiza mezclas inusuales de imágenes en collage que son ganadoras por sus uniones en cortes de materiales vibrantes para devolver una silueta orgánica y divertida a la presentación.
Imágenes: Vogue.com
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